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¿Cuál diseño de empaque es mejor?
El diseño, usado estratégicamente, puede cambiar por completo la percepción de un producto — y su precio.
1. No hay buen diseño sin contexto
Un diseño no es mejor por ser más lindo, más moderno o más llamativo.
Es mejor si funciona para el público al que se dirige, en el entorno donde va a vivir y en línea con los objetivos comerciales de la marca.
En este caso, partimos de un mismo producto:
café colombiano de especialidad.
Pero creamos dos packs con estrategias totalmente opuestas, para mostrar cómo cambia todo al definir bien el contexto.
2. Diseño A — Masivo, tradicional, orientado a volumen
Este pack lo diseñé como ejercicio de contraste.
Es el típico enfoque para góndola de supermercado:
colores vibrantes, imágenes literales, máxima legibilidad.
Está pensado para un público tradicional, que elige rápido y compara por precio.
No hay que explicar nada. Se tiene que entender al instante, o pierde la compra.
Es un diseño que compite por atención, no por valor.
3. Diseño B — Sofisticado, selecto, orientado a margen
El pack real, en cambio, fue diseñado para un cliente que importa café de Colombia y lo vende en Marbella.
Apunta a un público visual, exigente, con poder adquisitivo y cultura de marca.
Personas que no buscan un producto funcional, sino una experiencia que refleje su estilo de vida.
Este diseño no grita. Seduce.
No busca volumen. Busca margen.
No compite por precio. Se posiciona por valor.
4. Mismo producto, distinta percepción
Lo interesante es que el producto no cambia.
Es el mismo café.
Lo que cambia es el contexto, y con él, el precio que la gente está dispuesta a pagar.
Ahí es donde entra el diseño como herramienta de negocio:
El pack premium cuesta más, sí.
Pero también permite cobrar más.
Y eso no es un gasto: es inversión en percepción.
CONCLUSIÓN
La pregunta no es “¿cuál diseño te gusta más?”.
La pregunta es:
¿A quién querés atraer? ¿Cómo querés que te perciban? ¿Qué lugar querés ocupar en su cabeza… y en su billetera?
Eso es diseño estratégico.
Eso es construir marca con intención.
